Montar una web con lo imprescindible, ponerle el contenido y diseño, y olvidarnos de ella.. sería como comprarnos un coche y ya no preocuparnos nunca por pasarle una revisión. Sería como si nos diera igual si hay una bajada de potencia del motor, que las ruedas no estuvieran bien hinchadas. Quizá una bujía deja de dar los chispazos al 100%..
Y no sólo están los problemas de mal-funcionamiento, sino que quizá también hay algunas mejoras extras. No todo viene de casa, y puedes hacer que el coche vaya mejor. ¿Porqué no entonces dedicarle ese tiempo a nuestra web para revisar esas cosas? Es más, ¿porqué no poner a un mecánico que sepa lo que está haciendo? Está claro que nos podemos quedar tal cual, nuestro coche andará. Pero queremos que no le falte esa alegría, que responda sin pereza. Resumiendo, queremos que la maquinaria esté bien engrasada, sacando el 100% de su rendimiento. Entonces necesitaremos a un especialista que toque, pero no de oídas, sino que sepa lo que está tocando.
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